Cuidar el cabello en verano en 8 claves

Cuidar el cabello en verano

Objetivo: cuidar el cabello en verano para tener una melena radiante cuando llegue septiembre.

Cuidar el cabello en verano, esa es la clave. El verano supone una dura prueba para el cabello y dependerá de los cuidados y la protección que se le proporcionen, para que llegue a septiembre en las mejores condiciones posible. El director de Maison Eduardo Sánchez, Eduardo Sánchez, revela ocho sencillos gestos para mimar el pelo en verano que conseguirán evitar el desastre capilar a la vuelta de las vacaciones. Esos pasos que siempre deben seguirse después de jornadas de playa o piscina para que el pelo no sufra en exceso y esté sano y billante cuando las vacaciones lleguen a su fin.

Cuidar el cabello en verano

1. Doble escudo.

Que implica el uso de protectores solares que salvaguarden el cabello del sol y otras agresiones, pero también de gorras, sombreros o pañuelos que supongan un escudo físico a tantos y tan continuos enemigos. Hay que tener en cuenta que cada agente externo afecta al cabello de una determinada manera: la radiación UV altera los pigmentos de color del pelo, reseca mucho y fragiliza la queratina además de robar a las melenas todo su brillo. El viento enreda el cabello, lo ensucia más y provoca que al desenredarlo la fibra sufra y se vaya debilitando. La arena irrita mucho el cuero cabelludo y provoca sensibilidad. El cloro modifica el color y seca el pelo atacando a las grasas naturales protectoras del cabello. La sal marina, por su parte, cristaliza sobre la fibra capilar y abre las puntas. El calor también inflama e irrita el cuero cabelludo y resta nutrición.

2. Al salir del agua, ¡cuidado con los peines!

Justo después del baño el cabello es especialmente frágil, por eso, antes de desenredarlo, es necesario aplicar un acondicionador sin aclarado o el mismo protector solar capilar, para ayudar al desenredado mientras se nutre el cabello. Hay que hacerlo siempre con un peine de púas anchas y evitando tirones que puedan romper la fibra.

3. Lavar el pelo todos los días ahora sí es obligatorio.

En verano deben olvidarse las recomendaciones clásicas de que lavar el cabello a diario es malo. Tanto si se ha sumergido en el agua del mar como en el de la piscina, es imprescindible lavar bien el pelo con agua dulce para eliminar restos de salitre o de cloro. ¿El mejor aliado? Un champú purificante pero suave y de uso frecuente y acompañarlo siempre de un acondicionador, con o sin aclarado o de un aceite o sérum, según los gustos.

4. Mascarilla, ¡sí, mucha! y en seco.

Cuidar el cabello en verano requiere que mínimo dos veces por semana hay que aplicar una mascarilla capilar que repare e hidrate en profundidad el cabello, pero el truco está en hacerlo en seco. No importa tanto el tiempo de exposición –bastaría dejarla 10-15 minutos-, como hacerlo en seco antes de lavar el cabello, porque el agua impide que el producto penetre en la fibra capilar y no sirve para nada. Después de aplicar la mascarilla, lavar el cabello de forma habitual.

Cuidar cabello en verano consejos peluquero5. ¿Cabello coloreado? Hay que extremar las precauciones.

Los cabellos teñidos o con mechas sufren especialmente en verano: son más porosos y por lo tanto más sensibles a las agresiones externas. Los rubios claros se oxidan mucho y los rojos son los más sensibles a la pérdida de tono.

6. Pigmentos, ahora obligados.

Los champús, acondicionadores o mascarillas con pigmentos ahora, sí o sí, serán aliados imprescindibles si se tiene el cabello coloreado o con mechas. Utilizados según los consejos de cada fabricante, su acción es fundamental para mantener la intensidad del color y el brillo a salvo de las continuas agresiones que el verano supone para el cabello y para neutralizar los tonos indeseados.

7. Las rubias, deben bajar la intensidad.

Es recomendable que antes de los días de sol y playa, en la última visita al peluquero, se apueste por un rubio algo más oscuro porque la exposición solar, el cloro y el salitre ya aclaran de por sí el cabello. Con especial atención a los rubios dorados y miel que son los que más se aclaran y tornan hacia tonos indeseados. Los rubios beige y platino sobreviven mejor porque el verano los potencia.

8. La fidalidad es clave.

En vacaciones hay que evitar ir a un salón de belleza diferente al habitual. Los mayores desastres de color ocurren cuando se busca una peluquería para un retoque de emergencia en tu destino de veraneo… Es entonces cuando la catástrofe está casi asegurada. Si es imprescindible, es conveniente pedir al estilista de confianza la fórmula que utiliza en sus trabajos de color, así el margen de error disminuirá.

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