Los flequillos siguen siendo tendencia indiscutible.
Cuidado con las tendencias.
Flequillo cortina, baby bangs, largos y rotundos, ladeados, para pelo rizado…, esta temporada serán una constante pero ¡ojo! Si las tendencias capilares pueden ser complicadas de adaptar a cada tipo de cabello, cuando hablamos de flequillos, aún más, este, debe adaptarse al milímetro y en muchas ocasiones, no es posible.
El flequillo no es para todas las mujeres.
Las que tienen el cabello extra rizado, muy fino o con poca densidad no deben optar por el flequillo. Tampoco las que tienen la frente pequeña o muchos remolinos en el nacimiento del cabello.
Cada rostro exige un flequillo.
- Si es ovalado… ¡Enhorabuena! Es, una vez más, el tipo de rostro al que mejor le sientan los flequillos y si la textura capilar acompaña, se pueden permitir prácticamente todo.
- Si es redondo… El secreto está en llevarlo largo para alargar visualmente los rasgos y siempre dejando parte de la frente al descubierto. Además, es importante capearlo y hacer un suave desfilado, con laterales más largos que el centro para estilizar las facciones tipo cortina. Un flequillo lateral amplio es también una gran opción, y si quieres alargar tu rostro, pide a tu peluquero que te lo deje un poco más largo en los bordes, para que caiga justo por debajo del pómulo.
- Si tiene forma de corazón… Un flequillo cortina es también una gran opción, más si se trabaja muy texturizado y desfilado. Pero también pueden quedar bien flequillos más pesados y voluminosos.
- Si es cuadrado… Los flequillos suaves y en capas complementan las formas de cara más angulares sin restarle importancia a su estructura ósea.
- Si es alargado… El flequillo es la mejor opción para romper la verticalidad del rostro y equilibrarlos y armonizarlos, dándoles un aspecto más ancho. En este caso, nada como apostar por un flequillo abundante, espeso y rotundo. También puede ser un acierto un flequillo ultra recto, cortado incluso por encima de las cejas. Es un look atrevido y con mucha personalidad.
- Si es anguloso… Habría que huir de los flequillos demasiado cuadrados ni las líneas rectas. Necesita algunas capas largas que soporten movimiento en torno al rostro y suavicen los ángulos. Les favorecen flequillos de capas muy largas, que vayan desde debajo de las cejas incluso hasta casi la mandíbula, aportando suavidad a los contornos.
Tendrás que retocarlo cada 3 semanas.
Al menos cada tres semanas es necesario acudir al salón a retocar las puntas. Además, al estar en contacto con la piel puede ensuciarse más a menudo que el resto del cabello, por lo que no descartes aumentar la frecuencia de lavado.
Trucos para peinarlo.
La clave está en el secado. Si el cabello es liso u ondulado, hay que secarlo en la dirección de su caída natural respetando su caída natural. El truco es controlar muy bien el aire y el calor del secador para que no se infle y pierda naturalidad. Si es rizado, lo mejor es aplicar un producto de styling y dejarlo secar al aire, o secarlo con secado en la dirección de la caída natural pero sin utilizar peines ni las manos que rompan el rizo. ¡Y muy importante!, queda terminantemente prohibido un flequillo liso sobre una melena ondulada o rizada.
Así se debe dejar crecer.
Los flequillos no son un compromiso para toda la vida como mucha gente se cree. Hay truquillos que nos permiten convivir con el flequillo hasta que crezca. Se puede optar llevarlo hacía un lateral, colocar todo el cabello hacía atrás y sujetarlo con una diadema o recurrir a productos de styling. O aumentar la frecuencia de visitas a la peluquería para ir recortándolo según va creciendo para ir integrándolo en los laterales con el resto del cabello.
¿Aún así no te atreves?
Siempre te quedarán los postizos. El flequillo se puede crear, ¡de quita y pon! Los postizos son un accesorio genial para conseguir un cambio de look radical en poco tiempo y de forma puntual”.
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